Conoce los argumentos que desmienten este mito en la primera entrega de los 10 mitos de la lucha por la seguridad



El primer mito: “no hay estrategia, es sólo el uso de la fuerza”



Algunos consideran que el Gobierno Federal no tiene una estrategia y centra el combate al crimen organizado solamente en el uso de la fuerza. Afirman que las “balas” son la única herramienta empleada para garantizar la seguridad. Éste, como otros, es un mito, porque desde el inicio de la administración se cuenta con una Estrategia integral en la que el uso de la fuerza pública es solamente uno de sus ingredientes.







Las acciones, programas y procesos incluidos en la Estrategia Nacional de Seguridad han involucrado desde un principio, horas de planificación y análisis permanente de las distintas alternativas así como de los riesgos de la inacción ante la delincuencia organizada. La respuesta del gobierno en auxilio de las autoridades locales debía aplicar la fuerza pública y también era necesario atender otros aspectos del problema para que los resultados sean integrales.
Por eso la Estrategia Nacional de Seguridad consta de cinco componentes: 1) Operativos conjuntos en apoyo a las autoridades locales y a los ciudadanos y que tiene el propósito de debilitar y contener a las organizaciones criminales; 2) Escalar las capacidades operativas y tecnológicas de las Fuerzas del Estado; 3) Reforma al marco legal e institucional; 4) Política activa de prevención del delito; y 5) Fortalecer la cooperación internacional.
Sólo el primer componente implica el uso de la fuerza pública y se concentra justo en las regiones más complicadas. Como nunca antes, las instituciones de seguridad se están transformando. Hoy los servidores públicos debemos aprobar exámenes de control de confianza y no sólo eso, además se han enviado al Congreso iniciativas de enorme profundidad para dar viabilidad de largo plazo a la Estrategia. Por ejemplo, la reforma al sistema de justicia penal, que no sólo mejorará el proceso de procuración de justicia sino que, con el trabajo conjunto entre los poderes de la Unión, dará plena vigencia al debido proceso y lo hará con mayor eficiencia en la atención de los casos.
Se ha mejorado la cobertura educativa y la seguridad social, especialmente en lo que hace a salud, y cada día se trabaja en la detección temprana de las adicciones, entre otros, mediante los más de 300 Centros Nueva Vida creados por esta administración en todo el país. En ellos se brinda asesoría gratuita y profesional para toda la población, especialmente la infantil y juvenil.
Aunque el despliegue de la fuerza pública sea el elemento más evidente o el que más fácil se asocia al combate a la delincuencia organizada, es claro que no es el único. Con ello sólo se contiene y debilita a los criminales, lo cual es indispensable. Pero también es necesario profundizar el resto de los esfuerzos emprendidos por el Gobierno federal para resolver el problema desde la raíz.





¿Quién es Alejandro Poiré?


Alejandro Poiré Romero, nuevo secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional (CSN), se ha desempeñado en diversos encargos en la Secretaría de Gobernación (Segob), como asesor en el INEGI y como director de análisis político en Presidencia.

El también secretario técnico del Gabinete de Seguridad y vocero en materia de seguridad nació en 1971 y es licenciado en Ciencia Política por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), maestro y doctor en Ciencia Política por la Universidad de Harvard.

En el ámbito académico, Poiré Romero se desempeñó como director de Licenciatura y jefe del Departamento Académico en Ciencia Política del ITAM de 1999 a 2003, y profesor de la cátedra Robert F. Kennedy en Estudios Latinoamericanos de Harvard.

También fue profesor invitado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), y docente de la escuela de gobierno John F. Kennedy de Harvard de 2005 a 2007.

Poiré Romero ha publicado diversos estudios sobre democratización, opinión pública y partidos políticos en libros y revistas especializadas y ha impartido conferencias en más de 20 universidades de México, Estados Unidos, América Latina y Europa.

Como servidor público ha desempeñado cargos como asesor del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para la elaboración de la primera Encuesta Nacional de Cultura Política y Prácticas Ciudadanas (ENCUP 2001).

Asimismo, ocupó la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos en el Instituto Federal Electoral (IFE) de 2003 a 2005.

En la administración del presidente Felipe Calderón, Poiré Romero ha sido director general de Análisis Político de la Oficina de la Presidencia en 2007 y comisionado para el Desarrollo Político en la Secretaría de Gobernación en 2008.

Desde noviembre de 2008 y hasta el 25 de mayo de 2009 ocupó el cargo de coordinador de Asesores del Secretario de Gobernación, y el 26 de mayo de ese año fue nombrado subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos por el presidente Felipe Calderón.

En sus distintos encargos en la Administración Pública Federal, Poiré ha mantenido contacto cercano con las diversas dependencias que integran el Gabinete de Seguridad Nacional.

Desde esas dependencias se ha involucrado en el análisis y desarrollo de estrategias de comunicación del gobierno federal en materia de seguridad.

Esta tarde Poiré Romero fue nombrado por el presidente Felipe Calderón como nuevo secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional y secretario técnico del Gabinete de Seguridad, así como vocero en materia de seguridad, en sustitución de Jorge Tello Peón.

Mito, que no haya estrategia y sólo uso de la fuerza en lucha anticrimen: Poiré

A través de la campaña Los 10 Mitos de la Lucha por la Seguridad, el vocero de Seguridad Nacional recuerda que la Estrategia Nacional de Seguridad consta de cinco componentes que son los operativos conjuntos en apoyo a las autoridades locales y a los ciudadanos y que tiene el propósito de debilitar y contener a las organizaciones criminales.


México.- El gobierno de la República puso en marcha una campaña para difundir el sustento con el que se ha trabajado de manera integral en la Estrategia Nacional de Seguridad, con la que se busca desestimar Los 10 Mitos de la Lucha por la Seguridad.

Además de una serie de comentarios que se hacen en voz de Alejandro Poiré en torno al primero de los mitos en el sentido de que “no hay estrategia, es sólo el uso de la fuerza”, se muestra un video que da vida a personajes policíacos que aparentan estar en medio de un operativo y sostienen diálogos en torno a la estrategia anticrimen.

Entre sus comentarios Alejandro Poiré recuerda que la Estrategia Nacional de Seguridad consta de cinco componentes que son los operativos conjuntos en apoyo a las autoridades locales y a los ciudadanos y que tiene el propósito de debilitar y contener a las organizaciones criminales. Escalar las capacidades operativas y tecnológicas de las Fuerzas del Estado. Reforma al marco legal e institucional. Política activa de prevención del delito. Y fortalecer la cooperación internacional.

En ese sentido señala que uno de los mitos es el hecho de que “algunos consideran que el Gobierno Federal no tiene una estrategia y centra el combate al crimen organizado solamente en el uso de la fuerza. Afirman que las “balas” son la única herramienta empleada para garantizar la seguridad”.

Su respuesta en ese mismo texto señala que “éste, como otros, es un mito, porque desde el inicio de la administración se cuenta con una Estrategia Integral en la que el uso de la fuerza pública es solamente uno de sus ingredientes.

En otra parte de su texto, Alejandro Poiré señala que las acciones, programas y procesos incluidos en la Estrategia Nacional de Seguridad han involucrado desde un principio, horas de planificación y análisis permanente de las distintas alternativas así como de los riesgos de la inacción ante la delincuencia organizada”.

Aclara además que la respuesta del gobierno en auxilio de las autoridades locales debía aplicar la fuerza pública y también era necesario atender otros aspectos del problema para que los resultados sean integrales.

También aclara que sólo el primer componente implica el uso de la fuerza pública y se concentra justo en las regiones más complicadas. “Como nunca antes, las instituciones de seguridad se están transformando”.

Recordó que “hoy los servidores públicos debemos aprobar exámenes de control de confianza y no sólo eso, además se han enviado al Congreso iniciativas de enorme profundidad para dar viabilidad de largo plazo a la Estrategia”.

Señala como un ejemplo, la reforma al sistema de justicia penal, que no sólo mejorará el proceso de procuración de justicia sino que, con el trabajo conjunto entre los Poderes de la Unión, dará plena vigencia al debido proceso y lo hará con mayor eficiencia en la atención de los casos”.

El funcionario señala que dentro de esta estrategia del gobierno federal se ha mejorado la cobertura educativa y la seguridad social, especialmente en lo que hace a salud, y cada día se trabaja en la detección temprana de las adicciones.

Para ello, ahora existen más de 300 Centros Nueva Vida creados por esta administración en todo el país. En ellos se brinda asesoría gratuita y profesional para toda la población, especialmente la infantil y juvenil.

Aunque el despliegue de la fuerza pública sea el elemento más evidente o el que más fácil se asocia al combate a la delincuencia organizada, es claro que no es el único, reiteró Alejandro Poiré.

Concluyó al señalar que con ello sólo se contiene y debilita a los criminales, lo cual es indispensable. Pero también es necesario profundizar el resto de los esfuerzos emprendidos por el Gobierno federal para resolver el problema desde la raíz.

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